La providencia dotó a la revolución de los mayores ingresos fiscales jamás vistos en la república, el erario se ha vuelto un desfile suntuoso de dinero que entra y que expeditamente sale. Desde 1998 hasta el 2011 el gobierno ha devengado por ingresos petroleros más de 600 millardos de $ e increíblemente más de 700millardos de $ provistos de las actividades no petroleras, para moldear noción de ello, la 4ta república consolidada en 40años gozó de 348millardos de $ por concepto petrolero y una cantidad similar por otros conceptos.
A pesar del ingreso monumental, las arcas de la nación también se han nutrido de deuda "La deuda consolidada del país ahora alcanza US$136.000 millones, el 58% del Producto Interno Bruto, y que antes de que asumiera Chávez esa cifra se situaba en US$35.000 millones." (BBC-2011), deuda que adicionalmente significa que del petróleo producido cerca de 500mil barriles estén comprometidos por más de 20 años a convenios con China, ALBA entre otros. Es sobrado señalar que esta política no beneficia a las clases más vulnerables considerando la abstracción de la deuda a -per cápita-, y considerando la emisión de bonos para la deuda como beneficio sólo a una élite de venezolanos y a los mercados internacionales.
¿Qué nos queda de un total de ingresos fiscales calculados en más de 1 billon de dólares? Al cierre del 2011 sólo 53mil millones de dólares repartidos en los diversos fondos. La pregunta obligatoria es ¿En qué se ha ido la plata? En los gastos presupuestarios de la nación se pueden conseguir cifras insólitas, por ejemplo: el gasto armamentístico para el año 2011 (promedio anualizado) fue de 2.500millones de $ y el gasto de educación universitaria presupuestado para el 2011 fue de 2.569 millones de $ (MPPEU); otro ejemplo es la oficina nacional de presupuesto (ONAPRE) que sitúa gastos ministeriales en nómina que rondan hasta el 90% de sus ingresos. Retornando con el tema educativo en la ley de presupuesto vigente se estipula ya una superación con creces del presupuesto de defensa sobre el de la educación universitaria nacional. También es importante señalar que el gasto corriente de la nación equivale a 5 veces más que el gasto de capital y ese curso ha sido constante en los últimos años.
Entre los gastos que no aparecen reflejados en el presupuesto nacional vigente, pero que son de importancia nacional está todos aquellos que por vía de subsidios significan pérdidas para nuestra economía y son dos principales: 1) el subsidio a la gasolina que representa entre un 4 al 5% del PIB y que según ecoanalítica: “En comparación con el presupuesto asignado para viviendas en el 2011, de 402 millones de dólares, el gasto en subsidio de gasolina es 22 veces más. También supera las partidas presupuestarias en Educación y Salud, 2,1 y 1,2 veces más, respectivamente.” 2) La sobrevaluación del bolívar que el gobierno lo sitúa en 4,30 cuando el permuta ronda los 9 Bs. esa diferencia del 4,30 al costo del dólar permuta es una especie de subsidio multimillonario que carga a cuenta del Estado. Ambas políticas no benefician precisamente a las clases menos favorecidas, el subsidio de la gasolina quizás a un escaso porcentaje de la población que goza participa en el parque automovilístico y el control cambiario ni siquiera ha logrado frenar la fuga de capitales que durante 1959 a 1999 fue estimada en 70 millardos de $ (BCV) y desde el 2003 hasta el 2010 la fuga registrada fue de 113,4 millardos de $.
Si por algún aislamiento dogmatico no preocupa la situación presupuestaria, bastaría dar un crudo ejemplo: en el año 2009 ante una baja del precio del crudo con respecto al 2008 (de 86,49$ a 57,01$) nuestro país entró en recesión y junto con Haití fueron los únicos de Latinoamérica en estarlo durante 2 años (a memoria el anunció de “austeridad” y reducción de gastos suntuosos efectuado en cadena nacional) para el 98 el país sobrevivía con un barril a 12 $, ¿cómo el gasto público voraz puede ser tan monumental para colapsar la economía aún con precios bondadoso que en otrora época serían ingresos colosales?
El resultado final es que nuestro gasto corriente se ha esfumado en pésimas políticas públicas que no ha fortalecido el capital social venezolano, por el contrario tenemos cohortes de población fuertemente dependientes que al vaivén del precio del petróleo, no sabrán cómo contrarrestar sus propias situaciones de vulnerabilidad que el ingreso fiscal venezonalo y “buen gobierno” debieron reducir.
Para finalizar, resulta impensable hablar del manejo del presupuesto nacional sin mencionar que su eficacia está limitada por la corrupción y los altos niveles de deterioro institucional indicadores en los cuales nuestro país con relación al mundo “lleva una morena”.
/Existen datos redondeados, sin embargo las fuentes son: Ley de presupuesto nacional 2012, BCV, Ecoanalítica, econométrica, BBC, Oficina Nacional de Presupuesto, entre otros./
-Escrito realizado en Abril de 2012-
Ronald A. Monroy
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